4/09/2007

infraleve I

Dícese de aquellos frágiles acontecimientos que son uno con el todo cotidiano, con la jaula.
Si miramos con atención a nuestro alrededor, advertiremos el sinnúmero de minúsculas y maravillosas manifestaciones, específicas e indeterminadas, que son al fin de cuenta el sustrato del arte.
Ese jabón que resbala en la bañera,
lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte,
el rayito de sol que se filtra y resulta interceptado por el humo de un cigarro,
la condensación en los vidrios, nuestros dedos dibujando,
una caricia, un bostezo, un vómito,
un estornudo, un tic, un aplauso,
una mirada, la caída de una lágrima...